Una vez tenemos claro y decidido que necesitamos un tratamiento de ortodoncia nos puede asaltar la duda de cuál es es sistema que más nos conviene. Aquí te vamos a explicar en qué consiste cada uno y así puedas decidir junto a tu dentista de confianza por cual decantarte. Obviamente dependerá también del problema a tratar.
¿Qué ortodoncia me conviene más?
Depende de tus espectativas durante el tratamiento. Tanto la ortodoncia fija como la removible dan buenos resultados. Si que es cierto que se recomienda el tratamiento fijo a los pacientes de corta edad ya que con el removible se necesita cierta disciplina. Pero en general es el más utilizado tanto en niños como en adultos.
¿En qué consiste cada tratamiento?
La ortodoncia fija es la más conocida por todos, compuesta por alambres y brackets. Estos pueden ser metálicos o de cerámica que se asemejan al color del diente. Este tratamiento es muy recomendable para los pacientes que no quieren renunciar a la estética, pero su coste es más elevado.
Otro tratamiento es son los brackets linguales. Este tratamiento se coloca en la cara lingual de los dientes, es decir en la parte de atrás. Altamente estético, este tratamiento no permite ver el aparato y se confeccionan de forma personal para cada paciente, adaptándose así a la forma y anatomía de su diente resultando gratamente cómodos.
La ortodoncia removible o invisalign consite en unos alineadores transparentes que de forma progresiva van alineando los dientes gracias al plan de tratamiento que nos ha hecho previamente nuestro ortodoncista. Estos alineadores han de llevarse todo el día, excepto para comer y beber (exceptuando agua) y cuando nos cepillemos los dientes. Con este tratamiento eliminamos las tan temidas molestias o roces que podemos sufrir con los tratamientos fijos.
Cada alineador debe cambiarse aproximadamente cada dos semanas. Sabiendo el paciente de cuantos alineadores consta su tratamiento sabrá también el tiempo de duración del mismo.
Ventajas e inconvenientes
las cuatro razones principales por las cuales no solemos decantar a un tratamiento removible son: la estética, facilidad de colocación, facilidad a la hora de la higiene y obviamente poder quitárnoslo de forma puntual nosotros mismos.
Pero también hay ciertos inconvenientes con los tratamiento removibles. Es necesaria una alta cooperación del paciente para que el tratamiento de los resultados esperados. Y no en todos los casos es posible este tratamiento, por ejemplo en casos de gresión o desplazamiento el bloque del diente. Y no podemos olvidar que si su uso es insuficiente el tratamiento se alargará demasiado tiempo.
Ahora sólo queda elegir siguiendo las recomendaciones de tu dentista.
